Poner el despertador un sábado sólo por el placer que da apagarlo para poder seguir durmiendo. Que la canción que suene para despertarte precisamente diga "Relax, take your time".
Levantarse, ir al escusado, y volver al cine de las sábanas blancas.
Perderse en cada pliegue del colchón, acurrucarse con el edredón, y soñar.
Soñar con mil cosas y mil personajes, tener mil aventuras sin necesidad de levantarse ni destaparse.
Creer que lo que sueñas está pasando de verdad, y sonreír.
Aunque luego te levantes y compruebes que sólo ha sido un sueño, pero sonríes pensando que los sueños también se cumplen.
Por esto y mil cosas más, dormir es uno de los mayores placeres de la vida.
sábado, 29 de mayo de 2010
viernes, 28 de mayo de 2010
Epatada me hallo
Cada vez que hablas me epatas
Con tu gran vocabulario
Con tus temas en glosario
Con tus gestos rutinarios
Mientras juegas con tus manos
Tus ojos se abren y cierran
Y sonríes mientras oyes
Lo que tus pensamientos encierran
Y aunque andes cabizbajo
Pegándote lingotazos
En tu casa o en la radio
Tienes licencia de horario
Ni en la sierra
Ni en el mar
William Golding no consigue
Que dejes por fin de pensar
En primera fila tienes
A tu amante el maletín
A tus camisas de cuadros
O a tu barba de postín
Cuanticos serán los gatos
Que sufran tus postulados
Jugando con un futuro
Sólo por ti desvelado
Aquí una productora
Se despide de momento
Esperando que algún día
Alcances tu firmamento
miércoles, 26 de mayo de 2010
Vete a hacer puñetas
Sus piernas se balanceaban al son de la música, sentada sobre aquella repisa de piedra en la que mataba el tiempo. Acuchillaba cada segundo de espera con deliciosas melodías que se propagaban por sus auriculares, llegando hasta el fondo de su alma y donde creaba mundos de fantasía en su imaginación. Hoy le tocaba el turno a Camilo Sesto, un cantante que ya no podía más, un hombre cansado de girar como una noria. Ella mientras se regocijaba con aquella letra profunda y sentida, le gustaba recordar viejos clásicos de la canción española poco propios de su edad.
Sus manos hacían puñetas, eso le relajaba. Se quedaba abstraída observando aquel movimiento hipnótico de sus pulgares. De repente alzó la vista. En frente suyo otro chico solitario escuchaba música. Sus manos simulaban coger unas baquetas mientras tocaba una batería imaginaria. Aquello le hizo reír. Él se dió cuenta y la miró, pero para aquellos entonces ella había desviado la mirada a un perro que orinaba en una farola.
Guardó el tiempo de seguridad para volver a clavar su vista en aquel chico. Empezando por sus viejas zapatillas raídas, siguiendo por unos vaqueros desgastados y acabando en una camiseta que volvió a sacar la sonrisa de la chica gracias a la frase erótico festiva que en ella se podía leer. El chico volvió a percatarse de la mirada incisiva de la chica, pero esta vez ella le sostuvo el duelo de ojos. Pero algo extraño ocurrió.
Una conexión espiritual se había establecido entre ellos. Ahora ella podía navegar por la mente de aquel chico, bucear entre sus recuerdos, ocultar sus temores y apaciguar sus deseos. Comprobó leyendo el diario de a bordo de aquel músico frustrado como aquel desconocido también había sonreído al verla hacer puñetas o al comprobar como las zapatillas que llevaba las había pintado ella misma con poca maña artística. Quiso tomar el intercambiador entre su mente y su corazón, dónde comprobó que el corazón del chico latía cada vez más. Ella no podía evitar hacer lo mismo, hasta tal punto que sus latidos la desbocaron y la devolvieron a su verdadero cuerpo.
Su mirada siguió allí, eterna, impertérrita e imperturbable. Una mirada acompañada de guiños de ojos, sonrisas y miradas de reojo hacia lo que había alrededor.
Todo era maravilloso, idílico, estupendo ...
... pero no podía tolerarlo. No podía tolerar que aquel perro estuviese orinando de nuevo, esta vez sobre sus zapatillas, mientras el chico misterioso cogía la correa del animal y le reprendía sin poder dejar de reír. Ella se levantó, sacudió sus pies en un intento de limpiarse, abofeteó a aquel desconocido y se alejó de allí a paso ligero.
Fue la historia de amor mas breve y dolorosa que nunca antes sufrió.
Sus manos hacían puñetas, eso le relajaba. Se quedaba abstraída observando aquel movimiento hipnótico de sus pulgares. De repente alzó la vista. En frente suyo otro chico solitario escuchaba música. Sus manos simulaban coger unas baquetas mientras tocaba una batería imaginaria. Aquello le hizo reír. Él se dió cuenta y la miró, pero para aquellos entonces ella había desviado la mirada a un perro que orinaba en una farola.
Guardó el tiempo de seguridad para volver a clavar su vista en aquel chico. Empezando por sus viejas zapatillas raídas, siguiendo por unos vaqueros desgastados y acabando en una camiseta que volvió a sacar la sonrisa de la chica gracias a la frase erótico festiva que en ella se podía leer. El chico volvió a percatarse de la mirada incisiva de la chica, pero esta vez ella le sostuvo el duelo de ojos. Pero algo extraño ocurrió.
Una conexión espiritual se había establecido entre ellos. Ahora ella podía navegar por la mente de aquel chico, bucear entre sus recuerdos, ocultar sus temores y apaciguar sus deseos. Comprobó leyendo el diario de a bordo de aquel músico frustrado como aquel desconocido también había sonreído al verla hacer puñetas o al comprobar como las zapatillas que llevaba las había pintado ella misma con poca maña artística. Quiso tomar el intercambiador entre su mente y su corazón, dónde comprobó que el corazón del chico latía cada vez más. Ella no podía evitar hacer lo mismo, hasta tal punto que sus latidos la desbocaron y la devolvieron a su verdadero cuerpo.
Su mirada siguió allí, eterna, impertérrita e imperturbable. Una mirada acompañada de guiños de ojos, sonrisas y miradas de reojo hacia lo que había alrededor.
Todo era maravilloso, idílico, estupendo ...
... pero no podía tolerarlo. No podía tolerar que aquel perro estuviese orinando de nuevo, esta vez sobre sus zapatillas, mientras el chico misterioso cogía la correa del animal y le reprendía sin poder dejar de reír. Ella se levantó, sacudió sus pies en un intento de limpiarse, abofeteó a aquel desconocido y se alejó de allí a paso ligero.
Fue la historia de amor mas breve y dolorosa que nunca antes sufrió.
martes, 11 de mayo de 2010
Directamente proporcional
El hecho de que en estos momentos me encuentre escribiendo estas líneas es directamente proporcional a que mi coche me haya dejado tirada e inversamente proporcional a que no esté en clase en estos momentos, lo que a su vez se deriva de la primera tesis enunciada, ya que que el coche arranque es directamente proporcional a mi asistencia a la facultad.
Si es que ... lo que no expliquen las matemáticas ...
Si es que ... lo que no expliquen las matemáticas ...
miércoles, 5 de mayo de 2010
Desde el andén
Cansada de ladrarle a tus faldas
de ver tu espalda
de lágrimas amargas
en plástico embotelladas.
De tu desdén,
de tu indiferencia,
de ver cómo en el andén
se queda mi paciencia.
Ahora sin confidente
¿en quién confio?
Sigo invidente
si no te miro
tú no me hablas
y me he perdido
¿ahora a quién sigo?
Digo te olvido
y te resucito
digo te odio
y te necesito.
Será fácil
andar sin ti
sin tus cadenas
aunque cojee.
de ver tu espalda
de lágrimas amargas
en plástico embotelladas.
De tu desdén,
de tu indiferencia,
de ver cómo en el andén
se queda mi paciencia.
Ahora sin confidente
¿en quién confio?
Sigo invidente
si no te miro
tú no me hablas
y me he perdido
¿ahora a quién sigo?
Digo te olvido
y te resucito
digo te odio
y te necesito.
Será fácil
andar sin ti
sin tus cadenas
aunque cojee.
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