jueves, 10 de diciembre de 2009

Realismo

Entre Courbet y Manet, desconecté. Me evadí al realismo, ese movimiento pictórico que se limita a plasmar la realidad. Una realidad que puede ser difícil, pero que hay que afrontarla como es, con una mirada neutra del autor.
Me pregunto si Manet nos eligiría como modelos para uno de sus lienzos. Si en una de sus pinceladas planas, faltas de volumetría, pintaría nuestros rostros carentes de emociones, sin ninguna conexión o interacción, aún compartiendo marco.
Hoy he recuperado una luz en mi mesilla, mi vieja lámpara llevaba tiempo queriendo una inquilina que no estuviese fundida. Y aunque en el realismo la iluminación no es que sea un tema que se use demasiado, a mi es lo que mejor me viene ahora. Una pequeña luz que me guíe y me acompañe cuando nadie más pueda hacerlo, cuando navegue a la deriva por los millones de pensamientos que salpican mi rudimentaria vía de escape.
Parece que ya vencimos el romanticismo, que las pasiones ya no importan, que ahora debemos preocuparnos por la forma, por cómo nos mostraremos cara al público. Pero no puedo evitar recalcar este claroscuro en mi pequeño taller de escritura, un taller academicista, un taller que siempre quiso mostrar moralejas, finales felices, lecciones de buen amor ... un taller que se vió desbancado por las vanguardias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jo tia... Dp de una semana y pico estudiando arte he vuelto a leer el post y me parece aun más bonito q la primera vez... Pq coño escribes así de way?¿ jiji
Un besazo romantica

Fdo. Tu más fiel compañera de biblioteca ;)