martes, 27 de abril de 2010

En saldo negativo

Me iré yendo, despacito, y no podré evitar que una lágrima resbale por mi cara cuando no te percates de mi ausencia. Pero en tiempos de crisis, tus deudas ya superan con creces mis facturas, y prefiero dar por perdida una cuenta, que sumirme en la peor de las bancarrotas. Porque una bancarrota es que después de todo el camino andado, abandones al bastón que te ha ayudado.

No hay comentarios: