lunes, 25 de enero de 2010

Un nueve que apenas roza el aprobado

Nine, el nuevo musical de Rob Marshall, adolece en cada fotograma. Al igual que a su protagonista Guido, un cineasta que no encuentra guión, su argumento peca de lo mismo. Un elenco cinco estrellas al cual no se le saca todo el jugo que podía dar, y destacando de todos ellos a Marion Cotillard, quien encarna muy bien su papel de esposa frustrada.
Marshall quiere hacer un musical, pero esta vez no puede llegar a lo que hizo con Chicago. Nos encontramos ante una cinta de trama pobre, donde los números musicales apenas encajan y tienen más estética de videoclip que de musical. Si no fuese por las letras de las canciones, estas actuaciones quedarían totalmente fuera de lugar, son una burda excusa para presentar en cada una de ellas a una actriz de ese star system. Y en algunos de los casos, el espectador preferiría no oír voces como la de Penélope Cruz, cuya actuación de amante tampoco acaba de convencer. Es por eso que encandila tanto la canción de "Be italian", ya que Fergie, vocalista de los Black Eyed Peas, pone toda su energía en su voz.
Sofia Loren muestra todo su bótox y piel estirada, prueba de ello es que su gesto apenas varía. Nicole Kidman apenas tiene protagonismo y se entiende por qué Robert Downey Junio ha arrebatado el Globo de Oro al mejor actor de comedia/musical a Daniel Day Lewis.
Nine es, en defenitiva, una noche en el cabaret, en el Folies Bergere por ejemplo, con la excusa de un guión pobre y con la llamada de atención de esas maravillosas actrices que protagonizan una película que parece dirigida por el mismísimo Guido.

1 comentario:

May dijo...

eso te pasa por no bajártela
asi no habrías sido tan dura con la crítica.

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