sábado, 6 de diciembre de 2008

La maldición de James Bond

Sí. Lo he conseguido. Después de llevar queriendo verla desde que estrenó (hace dos semanas o más si mis cálculos no me fallan), ayer lo conseguí. Tenía en mis manos la entrada para ver Quantum of Solace, la nueva aventura de Bond-Craig.

Cines UGC. 17:10 de la tarde. Me encuentro en la sala 1 de dichos cines. Yo sola. Y cuando digo sola, digo sola: era la única persona de la sala. A mi memoria vino la vez en que fui a ver "Maleficio (An American Haunting)", allá por el 2005, donde tuve la sala para mi sola.

Estaba fielmente convencida de que en aquella sesión de las cinco y cuarto iba a terminar yo sola. Pero al final entró una pareja más. Tres espectadores para una película de la cuál sólo esperaba una cosa: acción.

Y me la dió. Yo a James Bond no le pido más. No le pido que su argumento tenga un gran trasfondo social. Le pido un argumento serio, con un par de guiños humorísticos y con una historia de agentes secretos. Y James Bond sabe cómo hacerlo.

En este caso lo hace Marc Forster, su director. He de decir que del agente británico sólo he visto las películas protagonizadas por Daniel Craig, y si hay algo que me gusta de ambas películas son los títulos de crédito del principio. Tienen una buena canción y buenas animaciones. Me parecen estupendos.

Y sobre Quantum of Solace, si hay algo que pueda reprocharle es que, en algunas escenas de acción, ésta va tan rápida que cuesta distinguir lo que se está viendo. Por lo demás, guay.

Desde aquí quiero revindicar un mejor trato a los cochazos de Bond. Estoy harta de ver como acaban llenos de bollos, arañazos y agüjeros de bala. Esas cosas NO se le hacen a un Aston Martin. Eso se le puede hacer a un Renault 19, a un Twingo ... pero NO al coche de Bond.

Pero de lo que quería hablarles es de la maldición que me persigue con las pelis de Bond. En Casino Royale, cuando la vi en el cine, hubo un par de minutos que la película se quedó muda. Afortunadamente, coincidió con una escena de acción y no nos perdimos demasiado diálogo. Pero molesta, lógicamente.

Y ayer, pasó otra cosa para confirmarse la maldición. Había transcurrido ya la mitad de la película cuando ésta se cortó. Los tres que allí estabamos miramos al proyector como una reacción instantanea, como esperando que se arreglase solo al echarle una mirada amenazante. Tras uno o dos minutos, la película volvió. Vino a mi memoria otro caso: la vez en que fui a ver la película de animación "Robots", también en el 2005, cuando la luz se fue en el cine y nos quedamos 5 minutos esperando a que volviera la proyección. Finalmente, volvió.

Ayer, tras el primer corte, todo parecía normal. Pero no: la peli se volvió a cortar. Ahi fue cuando entró el encargado del cine para decirnos que si nadie nos había avisado en taquilla de que la peli daba problemas. Mi cara fue un poema al oírlo. La peli volvió, pero la calidad de imágen y sonido en lo que quedaba de película no fue la que yo esperaba.

Por eso, a la salida hice algo que nunca antes había hecho. Puse una hoja de reclamaciones. Podeis llamarme exagerada, pero no tenía otra cosa que hacer y ejercí mi derecho a quejarme. No te pueden pedir que no piratees películas y que vayas a verlas al cine si luego en las salas de proyección las vas a ver con mala calidad. Señores, ¡para eso me las bajo!

Y bueno, ya que he empezado a hablar de cine y demás cosas, me despido con otra anécdota curiosa que me pasó en unos cines tinerfeños. Acudí con mi padre a ver "El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey". Todo normal. Yo era la segunda vez que la veía, pero no me importó.

De repente, a mitad de la película, la peli se cortó, se encendieron las luces y la gente salía de la sala. Mi padre y yo nos miramos extrañados, hasta que nos dijeron que pasaba: era una pausa. Yo me quedé ojiplática. Vale que la peli en cuestión es larga, pero de ahí a cortarla para hacer una pausa ... Si te ves incapaz de aguantar sus 201 minutos sin ir al baño, la solución es fácil: no te compres una bebida para ver la película.

Ya me despido. Les deseo un buen puente, y espero que aprovechen para ver alguna película.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, creia que era la única que había estado sola en un cine!!
Fue para ver El Gran Golpe (la que en realidad quería visualizar no estaba en el susodicho cine). Me aburría tanto porque no empezaba la película, que me dedique a meter la mano en el asiento que tenía delante de mí y oohhh, , sorpresa...!! encontré 30 euros!!.
Y encima la pelí estuvo entretenida.
Siempre que actúa Salma Hayek me pasa algo,xD.
Disfruta del puente!!!
Besines!!

Luis Cano Ruiz dijo...

Yo estoy contigo en dos cosas:

1) Si quieren que paguemos -un pastón para estos tiempos, por cierto- por ver una peli en condiciones, que no anden jodiendonos el disfrute.

2) Un Aston Martin es para aparcarlo y contemplarlo. LLevar a la
chica y perseguir al malo. Señor Bond: No los trate así de mal, que da pena.

Un saludo.

Unknown dijo...

Pero al final, ¿la peli responde a la pregunta que hace su título o no? Yo me muero de ganas de salir de dudas y ver si al final hizo de playa o simplemente de terraza.

Si lo llego a saber te acompaño y hacemos cuatro en la sala... terminaré yendo yo sólo si no arrastro a alguien a verla, pero con lo que comentas sobre la calidad de imagen, igual me vale con un screener...

Casino Royale a mí me gustó, por mucho que Craig haga que Bond parezca un encofrador rumano.

Pero si hay algo que no me gustó de esa película es que ¡Bond muestra más chicha que las chicas! ¡Eso no puede ser!

Hale, ya me he quedado a gusto.

May dijo...

jeje vaya risas, lo q no te pase a ti...
Coincido con lo del coche, casi me da mas pena q le jodan a q muera alguna chica.
Cuidate, 1bste