domingo, 15 de marzo de 2009

Malas horas para pensar

Y ahora medio ebria, me doy cuenta de lo que hago.

Tengo que retroceder en cada paso.

Dejar de hacer el tonto y buscar aquello que se encuentra por arte de magia.

Confiar en el destino y no mostrar mis deseos.

Porque los deseos juegan malas pasadas y pocas veces se cumplen.

Si realmente deseas alcanzar un objetivo, hazlo con el mayor disimulo posible, nunca a golpe de declaración.


(A estas horas no sé lo claro que están mis pensamientos, pero es que el despertar siga manteniendo mis convicciones)

2 comentarios:

Luis Cano Ruiz dijo...

Tiempo de reflexiones...Y si estas vienen compañadas con un Ron en la mano, suelen ser mejores.

Un saludo.

May dijo...

estoy de acuerdo, x la noche y con la almohada es el mejor momento para reflexionar...