A lo largo del día se me ocurren cosas para escribir aquí, pero llega la noche y parece que la tristeza, la pena y el miedo ocupan el trono de la alegría que respiro por la tarde.
Sólo tengo que coger el valor necesario para ordenar mis sentimientos y pensar si merece la pena lo que estoy haciendo. Si merece la pena dar segundas oportunidades. Si mereces la pena.
Quizá todavía no te haya pedido que me demuestres lo que soy para ti, pero si hay algún momento propicio para que lo hagas, es éste.
Porque a veces las personas queremos sentirnos más útiles que un cayado donde apoyarse. A veces necesitamos hombros y almohadas donde apoyarnos. A veces te necesito, pero ya no sé si puedo contar contigo ...
2 comentarios:
Ismael Serrano canta que "la noche debilita los corazones", y a menudo la noche más clara se siembra de borrasca con sólo pensar. O recordar.
Sin embargo creo que al final del día, irremediablemente pasan más cosas buenas que malas. Somo un animal que nos conformamos con poco para ser felices, aunque a mennudo la sociiedad trate de convencernos de lo contrario.
Con esto quiero decir que, a pesar de que la noche sea larga, el alba acaba llegando. Tarde o temprano.
Cuídate.
No te obceques tanto.
Las cosas normalmente son mucho más sencillas.
Y ya sabes, "hay días, y días, y días..."
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