lunes, 5 de enero de 2009

Derecho exclusivo de almohada

A partir de hoy dejaré de lamentarme.

A partir de hoy nada de quejarme.

A partir de hoy nada de llorar con las historias felices de otros.

Y es que hay que darse cuenta, que el que no es feliz es porque no quiere. Que lo único que hay que lamentar de esta vida son las veces que dejas de intentar de hacer las cosas, no las veces que has errado al intentarlo.

Hay que decir todo. Decir lo bueno. Decir lo malo. Sea lo que sea, siempre desde el corazón.

Y como muchas veces no lo hago porque decir todo lo que me sale del corazón sería mi ruina, pues toca apechugar con una misma. Nada de llorar en los hombros de aquellos amigos que no tienen las culpas de tus errores.

A partir de hoy, la almohada será mi saco de lágrimas, el único y exclusivo.

4 comentarios:

Luis Cano Ruiz dijo...

No está mal hablar con alguien cuando se necesita. Y no está mal llorar de felicidad por otros.

Sin embargo, el proverbio que mejor lo define es: Caerse siete veces y levantarse ocho.

Añadiendo que a las tres primeras te podrá ayudar, pero las últimas veces serás tú la que deba levantarse.

Un saludo.

May dijo...

sabias tus palabras
1 bste

Vicky dijo...

Holaaa!!! es mentira lo que he escrito, yo ni fumo ni nada jaja...
Bueeeeno gracias por el comentario, ahora me tengo que ir, pero luego leeré tu nueva entrada. Saludito!

Anónimo dijo...

Pero a veces necesitamos algo de carne y hueso que nos apoyen y que nos den consejos.
Como siempre, tus entradas, maravillosas.
Besines!!!