domingo, 25 de enero de 2009

Distintas maneras de vivir el cine

Esta tarde, en el cine, he tenido una breve disputa verbal con los señores que teníamos al lado.

Nosotras nos hallabamos comiendo patatas fritas de bolsa. Es cierto que hace ruido. Es cierto que puede molestar.

También es cierto que puedes pedir amablemente que aquellos que te molestan hagan menos ruido. Y seguro que ellos, como nosotras hemos hecho, lo intentarán.

Pero si la gente te lo pide con malos modos, no es nuestro problema.

No es nuestro problema que en un cine se pueda comer. No es nuestro problema que estén más atentos al ruido del vecino que a los diálogos de la película. No es nuestro problema estar comiendo una cosa que te venden en el mismo cine. No es nuestro problema que más gente de la sala estuviese comiendo tambíen palomitas y patatas.

Así que tengo una cosa muy clara. Siempre que me apeteza, comeré en el cine. Comeré con respeto e intentando no hacer ruido. Y sólo dejaré de hacerlo cuando lo prohiban.

Porque creo que lo hago con suficiente respeto ... ¿¿o no es respeto dejar que las patatas se humedezcan en la cavidad bucal hasta que se queden blandas para así no hacer ruido al masticar?? ¿¿No es respeto intentar no tocar el plástico que envuelve a la comida para no hacer ruido??

Seguiré haciendo algo que no está prohibido.

Por cierto, la película, Revolutionary Road, no está mal. Se la recomiendo, aunque al principio pueda parecer un poco lenta y pesada.

3 comentarios:

Hakka dijo...

Por dios!! a quien se le ocurre comer en el cine??!! y patatas fritas nada menos!!



Deberíais llevar Sugus únicamente.

Luis Cano Ruiz dijo...

Te iba a preguntar yo qué peli era, pero ya me has contestado. Que quieres que te diga, en valladolid, la gente amable escasea. Secos y con cara de perros.

En fin. Un saludo.

May dijo...

El amigo de arriba tiene razón.

Si lo piden educadamente lo haces sin problema, pero sino...