miércoles, 7 de enero de 2009

La otra cara de la mañana de Reyes

Ayer quizá dí una impresión pesimista acerca del día de Reyes. Pues hoy me reafirmo.

Hoy no he tenido regalos. Los he tenido otros días que, para el caso, es lo mismo.

Pero ya no me levanto ilusionada como una niña esperando tener regalos frente a mi puerta o debajo del árbol. Este año, ni árbol se ha puesto en mi casa. No he desayunado roscón (aunque confieso que lo llevaba tomando los dos días anteriores). Y tras levantarme a las 12 de la mañana, a la 1 estaba currando. He comido rondando las 5 de la tarde. Y en cuanto he llegado a casa, me he quedado dormida en el sofá. Por lo menos el día ha acabado viendo peli en el salón en plan familiar.

Tras este relato, espero que muchos entendais porque ya no tengo la ilusión de antes cuando llega el día de Reyes. O cuando llega su víspera.

Prefiero salir de fiesta esa noche a estar pronto esperándoles en la cama, pues sé que no me voy a cruzar con sus majestades cuando yo llegue a mi casa por el simple hecho de que sus majestades se pierden para llegar a mi casa. El navegador GPS de los camellos está mal configurado y mi casa, situada en Cabo Culo, no les aparece en el mapa.

Pese a todo, y aunque no lo parezca, sigo creyendo un poquito en los Reyes. Después de todo, este año me han tocado dos sorpresas del Roscón, lo tomaré como una buena señal. Creo que me han dejado ganas para estudiar ... ahora sólo me falta encontrar dónde las han dejado.

Y otro motivo para no tener espíritu de Reyes este año ... ¿cómo voy a tenerlo si empezamos las clases mañana día 7? Espero que con esto de Bolonia no nos manden a clase el día 1, para empezar bien el año ...

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