martes, 6 de enero de 2009

La otra cara de las cabalgatas

Hoy llegué a mi cita antes de lo previsto. Hacía frío, y esperar sola en una plaza no me parecía una buena opción. Asi que, atraída por las luces de la cabalgata de Reyes que se concentraban en la plaza contigua, me dispuse a recordar mi niñez.

La verdad es que recordar, no recordé nada, porque hacía tanto tiempo que no iba a una cabalgata que ni me acordaba de como iba eso.

El frío penetraba por mis pies mientras yo contemplaba a niños disfrazados montados en carrozas. Hoy en día, a cualquier artefacto tirado por un coche le llaman carrozas.

Los niños se dedicaban a lanzar gentilmente caramelos al público. Bueno, les traduzco: esos niños, con menos de la mitad de fuerza que yo, proyectaban sus misiles en forma de caramelos a los asistentes.

La gente se agachaba para coger los dulces como si nunca antes en la vida hubiesen visto un caramelo. Esto sería comprensible si hubiese estado rodeada de pequeños diablillos sin conciencia. Pero a estas horas sigo sin comprenderlo, pues a mi alrededor veía a algún que otro jubilado, a alguna que otra persona adulta sin hijos y a un quinteto de adolescentes que vociferaban como anormales ante el estupor que les causaba oír villancicos y recibir caramelos. Si su mayor ambición durante la noche de Reyes es cogerse una melopea del quince, no sé que hacen yendo a la cabalgata a hacer el bobo.

Así que, cansada ya de ver a tanto muerto de hambre que casi casi se pelea por conseguir un caramelo, me fui. Prefería seguir pasando frío fuera del gentío, y quedarme con el recuerdo de las caras de los niños ilusionados. Es lo único que merece la pena de la víspera de Reyes.

Supongo que si algún día tengo hijos me tocará ir a una cabalgata. Supongo que acabaré pegandome con otros padres por coger la mayor cantidad de caramelos. Supongo que pasaré frío por ver a tres hombres disfrazados con barbas estúpidas.

Pero también supongo que el ver la sonrisa ilusionada y temerosa de mis hijos ante la llegada de los Reyes de Oriente, valdrá más que todo lo que haya que aguantar.

¡¡Felices Reyes para todos!!

1 comentario:

May dijo...

jo leti, con lo bonito q es el dia de reyes...
Nosotros aún nos acostamos a la 1 y estamos casi toda la noche sin dormir, y nos levantamos a las 9 con la misma ilusión de siempre.
Es genial seguir siendo pequeño, ojalá no quisieses crecer tan deprisa...
Felices reyes!¡!!