viernes, 16 de enero de 2009

Panta Rei

Somos otros ya.

Una frase que esta noche me ha hecho pensar. Pensar en mí y en lo que me rodea. Sobre todo en mí.

¿Qué ha sido de la Copito de hace tres años? Por aquellos tiempos me encontraba tan perdida como hoy. Me metí a una carrera con un supuesto futuro sin pensar demasiado si me gustaba o no. Jugué mis cartas. Envide durante todo un año, no dando todo lo que podía dar, pero más de lo que muchos otros hicieron. Pero llegó Julio y me planté. Tire mis cartas a la vez que decía mus.

Cogí unas nuevas cartas que me llevaron al periodismo. Supuestamente, lo que siempre quise hacer. Pero ya no confié tanto en las cartas como en la primera vez. En la segunda mano, uno ya es más receloso de sus decisiones. Todo lo que la carrera tenía de fácil, lo llenaba con interrogantes. ¿Realmente estaba ahí mi futuro?

Llegué al periodismo por los elogios que recibía por mi escritura. Pero llegué a una clase llena de elogiados. El periodismo no es un curso para escritores. A lo largo de todo el curso pasado aprendí lo que mejor definde a mi carrera: que no vale para nada. Que el verdadero periodismo se ejerce en la calle. Que de nada vale la teoría si no la pones en práctica. Que las buenas maneras y modales te convierten en el pequeño pez dentro del gran arrecife de periodistas con experiencia.

Me vi rodeada de términos sobre el buen hacer del periodista, sin saber si realmente eso es lo que quiero. Sí realmente quiero ser reportera de guerra como decía de pequeña. Si realmente me apetece acabar encasillada en una columna diaria. Si realmente esa labor de comunicar se parecía en algo a mi labor de sacar todo lo que pensaba por dentro.

Alguna que otra vez he pensado en tirar las cartas. No tengo juego, ni mis grandes son gran cosa, ni tengo parejas. Pero me quedo con ellas. Confiaré en mi suerte, en que pese a todo, tenga algo que me haga ganar un punto frente a mis compañeros. Y sobre todo, confiaré en los faroles.

Hacerle creer al mundo que nadie te puede derrotar, que tú eres la mejor y que vas a triunfar. Y aunque todos tengamos los mismos miedos por dentro, y seamos todos frágiles pese a nuestra apariencia dura, todos tenemos que llevar ese farol por delante. Un farol, que sea cierto o no, siempre iluminará nuestro camino.

Hoy me toca hablar, a grandes paso. Pero quizá en chicas de la sorpresa ...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hakka:

Una buena estrategia es a veces mejor que una buena mano. No se si te servirá/tendrá algo que ver con lo que escribes, pero me apetecia decirlo.

Pues en fin, que no sabemos a qué jugar con las cartas que tenemos: se puede ganar, se puede perder, se puede jugar a otro juego...

Una vez que la apuesta está hecha no hay marcha atrás que dé algo positivo, así que si está clara la jugada, de perdidos al río.




Fluyamos entonces...

Luis Cano Ruiz dijo...

En el poker hay una norma no escrita -a menudo son las mejores normas- que dice que tu juegas con dos factores propios y dos por cada jugador de la mesa. El primero de los factores son tus cartas, indudablemente te darán una idea de las cartas de los demás -primer factor de cada jugador- y después el factor más importante, El difraz (Apariencia, FAROL, como quieras llamarlo).

Jugar tus cartas como si fuese lo mejor, pero no por tu autoestima, sino porque de verdad puedes sacar lo mejor con esas cartas, porque de verdad te lo crees.

Ánimo con la partida.

May dijo...

Razón tiene el amigo de arriba, hay que saber ganar con las cartas que te toquen...

Dejate llevar dijo...

claro que si y seguro que consigue slo q te propongas;)!