Hace mucho que no actualizo por aquí, pero os informo que ahora ando con un blog sobre Valladolid.
Su nombre es Valla Low Cost, y en él hablo sobre alternativas a bajo coste en Valladolid. Hablo de exposiciones, conciertos, chollos ...
La verdad es que he empezado a hacerlo porque es parte de una asignatura de Periodismo, pero le estoy cogiendo el gusto, así que puede que siga con él una vez acabe el período de evaluación (el 22 de Diciembre).
La mañana se presentaba gris, con las aceras mojadas por la lluvia y con un sol que tampoco quería afrontarse al primer día de clase. En la clase, las caras conocidas de hace ya tres años, pero con muchas ausencias; éramos poca gente para mucho aula. Cada uno con sus ropas, con su estilo, pero todos con un complemento común: las ojeras.
Señoras, señores, comenzó el curso universitario, con muchas ausencias y más pronto que nunca.
Y creo que es el día idóneo para dar carpetazo al verano y firmar su colofón. Un verano del que no esperaba nada y el cuál me ha dado mucho, un verano en el que he estado rodeada de buena gente y de buenos planes. Un buen verano.
Y aunque el día esté triste y aún siga sin acostumbrarme a esto de madrugar y tener la tarde libre, estoy contenta. Porque espero que esté curso me de mucho, porque sigo con buena gente a mi lado y porque aunque una gran amiga embarque hacia la bota mediterránea y otro ya esté disfrutando en el país que vió nacer a Tintín, gracias a las nuevas tecnologías la distancia no será tan grande.
Aún me quedan más de nueve intensos meses, muchos días que habrá que rellenar con fiestas, viajes, conversaciones, cafés, bailes y sobre todo, recuerdos para los cuales ya estoy dejando sitio en mi carpeta. Mi estuche ya está lleno de bolígrafos de colores como el verde esperanza, rojo pasión o azul cielo; y si me dejáis un folio, en él escribiré lo que os quiero.
Mis conocimientos de música no van más allá de los pentagramas, las claves de sol y un puñado de canciones populares que nos mandaban tocar con más o menos gloria en los años jóvenes en los que dábamos música en el colegio.
Pero aunque sólo sepa esos conceptos básicos, la música tiene ese extraño don de poder ser disfrutada por todos.
Y me encanta navegar por esas notas, por esas voces que nos narran mil historias, todas diferentes, todas con el mismo denominador común: las notas que las acompañan. Sentir empatía, sentir rabia, sentir nostalgia, sentir el amor. Todo gracias a una canción.
Creer que viajas, que conquistas, que dominas el mundo, que amas, que lloras ... ¡gracias canciones!
Vivimos en un mundo de luces y sombras, donde las bombillas y demás fuentes lumínicas forman parte del vocabulario que usamos todos los días.
Es curioso como en los bares de copas encienden la luz para echarte, y te dejan en penumbra para que los de tu alrededor no vean el rostro demacrado que deja el alcohol en tus ojos. Por contra, en otros locales, el procedimiento para echar a los parroquianos se produce a través del apagado de luces, invitandote cordialmente a que cierres la puerta por fuera.
Esto me recuerda a las bibliotecas. Los queridos bibliotecarios quizá no se den cuenta del daño que hacen apagando las luces para echarte, el cerebro puede sufrir un desequilibrio y entrar en shock. Está científicamente comprobado que este apagado de luces supone la tercera causa de suspensos, por detrás de estudiarse todos los temas menos el que entra y de estudiar apuntes tergiversados por un compañero con mala leche.
A la mayoría de la gente le gusta dormir con las luces apagadas y la persiana bajada. Las madres del mundo saben de la tranquilidad que se disfruta en la oscuridad nocturna, y por las mañanas deciden jugar a Guantánamo levantando la persiana de golpe, inventándose la hora qué es para que nos levantemos antes, y si pueden, culminan su tortura con una tocata y fuga de aspirador en Si bemol.
Así que después de tanto tocar el interruptor, sólo me queda decir ...
Valladolid, una noche de verano, la catedral de fondo y las farolas iluminando la mesa. En frente, la sonrisa de Diego Mañoso, un joven vallisoletano estudiante de arte dramático. Pero las farolas nos muestran a su sombra, a Alter Ego, un rapero que acaba de grabar su primera maqueta, Post Mortem.
Copito: Pregunta obligada, ¿por qué Alter Ego?
Alter Ego:Cuando empiezo a escribir, no todas las letras salen de mí, Alter Ego es la parte de mí que no se atrevería a decir las cosas.
C: ¿Qué quieres transmitir con tus letras?
AE:Sobre todo crítica y reflexión tanto espiritual como emocional.
C: ¿Qué nos puedes decir sobre tu primera maqueta?
AE:Son 15 canciones que he unido bajo el título Post Mortem. El título es porque son letras que he escrito después de haber matado una etapa de mi vida.
C: Al estudiar Arte Dramático, ¿qué te gusta más, el rap o actuar?
AE:Me pones en un compromiso, las dos cosas me sirven para transmitir y subirme a un escenario, que es donde realmente estoy a gusto.
C: ¿Tienes algún nuevo trabajo en mente?
AE:Estoy trabajando en una maqueta que contará con las bases de mi amigo Mítico.
C: ¿Qué raperos son los que más te han influido?
AE:Kase O, Tote King, La Coka Nostra, Talib Kweli ...
C: ¿Crees que el rap español se está acercando al rap americano?
AE:No, no tiene por qué, son caminos diferentes.
C: ¿Te gusta el reggaeton?
AE:No, pero lo respeto como a cualquier tipo de música.
C: ¿Cómo ves el panorama del rap en Valladolid?
AE:Hay gente muy buena y gente no tan buena, pero lo importante es que se está trabajando mucho y que está creciendo.
C: ¿Qué planes tienes para este verano?
AE: Descansar del curso académico y dar un concierto el 7 de Agosto en Valladolid.
C: ¿Y cuál crees que será la canción del verano?
AE: Una mala.
Diego Mañoso dará un concierto junto con DJ Anke y A Flow de Piel el sábado 7 de Agosto en el Bar Tita Juana (zona Cuadro). El precio de la entrada son 3€ e incluye refresco o cerveza. Para finalizar, hacemos a Alter Ego un pequeño test para conocer un poco más de él …
Un dibujo animado: Spiderman
Un color: azul
Una canción: “Javat y camel” de Kase O y Camel
Playa o montaña: playa
Una bebida: Pepsi
Tu lugar preferido de Valladolid: el Anfiteatro de Parquesol
Una película: “El club de los poetas muertos”
Una frase: “Si hago fotos de mis sueños, las imprimo en buen papel, nostálgico de mi futuro, pienso tanto en él” de Kase O
Puedes escuchar los temas de Alter Ego en su MySpace
En una época en la que ver una peli suele ser sinónimo de descargarsela, yo sigo considerándome una nostálgica de las salas de cine. Por eso, no quiero acabar este curso sin hacer mi particular repaso a las pelis visionadas en ese pequeño reducto en el que por dos horas, olvidas quien eres y te metes en la piel de otros personajes, exploras nuevos lugares y sientes nuevos amores.
Allá por octubre aterrizabamos en La cruda realidad tras meses de vacaciones. La Seminci llegaba como aviso del resto de entregas de premios, aunque tuvimos la "suerte" de tragarnos la infumable Petit Indi. Tras el mal trago de la película catalana, más adelante volvimos a las salas a ver la obra póstuma de Heath Ledger, El imaginario del doctor Parnassus, tan malograda como el destino que tuvo el inolvidable Joker. Parecía que con tales películas el fin del mundo fuese a llegar antes del 2012, en el momento justo en que una Luna nueva eclipsara al llamado Planet 51. Pero todo se disipó como una fallida profecía de Nostradamus cuando despertamos con los chistes castizos de Spanish movie. Y entre tanto mal fario, nos entró el hambre; afortunadamente, una Lluvia de albóndigas llegó a tiempo para saciarnos. Morimos de indigestión, pero no resucitamos, mas bien una panda de muertos vivientes salió a recibirnos con su pancarta Bienvenidos a Zombieland. Ser zombie no fue lo peor, lo peor fue meterse en la piel azul de los naavis de Avatar, No es tan fácil tragarse más de dos horas de una mala versión de Pocahontas. Tras tanto cambio de identidad ya no sabíamos ni responder a la pregunta¿Qué fue de los Morgan?, por lo que tuvimos que recurrir a Sherlock Holmes, quien lo descifró enNine pistas musicales. Pero el caché de Holmes era tan elevado que no pudimos pagarle, y de una patada nos mandó Up in the air, donde lo único bueno fue ver como El hombre lobo celebraba sus Historias de San Valentín mientras intentaba conquistar a Percy Jackson y el ladón del rayo. The lovely bones nuestros quedaron maltrechos tras tanto viaje, por lo que tuvimos que retirarnos a Shutter Island para disfrutar de un descanso como el que tienen los Hermanos en vacaciones. Allí, Los hombres que miraban fijamente a las cabras nos descifraron la clave que encerraba El libro de Eli, novelado porEl escritor que vivía junto a Alicia en el país de las maravillas. Perdona si te llamo amor fue lo único que se me ocurrió cantar a ritmo de Grease en el momento de mi vida en que sólo pensaba Que se mueran los feos. Menos mal que Jake Gyllenhall lució tipazo y poco más en Prince of Persia, donde lo único que faltó en la peli fue El pastel de boda con el estilazo de Sexo en Nueva York 2.
¡¡¡Muchas gracias a todos los que habéis compartido conmigo un poco de esta magia que nos regala el séptimo arte!!!
(Para más información sobre las películas, clikar sobre el título de la misma)
Siento esa extraña necesidad de un abrazo tuyo breve pero intenso y que el cansancio y la frustración se evaporen por un momento mientras lentamente me susurres al oído todo se pasará no te miento.
Y mis párpados caerían en el más incierto sueño donde soñaría contigo mientras mil historias pienso.
Por eso espero sin reparo un reparador descanso donde encuentre en tu amparo bienestar y, por qué no desearlo, un nuevo peinado.
Si dejo de estudiar, tengo que ir a dormir. Si voy a dormir, antes tengo que ordenar toda la ropa que por la tarde dejé adrede encima para obligarme a colocarla antes de dormir.
No quiero recoger la ropa.
Pero tampoco quiero estudiar.
Así que me encuentro girando en el espacio gracias a la ley de Murphy, y la única salida que veo es que la mantequilla se acabe evaporando o que el gato se quedé sin patas.
Un cine lleno, muchas chicas y pocos chicos, en su mayoría me atrevo a aventurar que engañados por novias o amigas despiadadas. Así se presentaba el público de Sexo en Nueva York 2 la noche de su estreno en un céntrico cine vallisoletano.
Carrie Bradshaw volvía a las pantallas, y las fieles seguidoras de la saga querían ver que nuevas aventuras le esperaban en la Gran Manzana junto con el resto de sus amigas Miranda, Charlotte y Samantha. Esta vez han pasado dos años (tanto en la realidad como en la ficción) desde la última aparición de Carrie en las pantallas.
Durante casi dos horas y media se despliega ante nuestros ojos todo el lujo al que nos tienen acostumbradas este cuarteto de chicas bien. Buenas canciones para amenizar la velada, cameos de lujo (inolvidable Liza Minelli intentando hacer sombra a la mismísima Beyoncé con su reinterpretación de la canción "Single Ladies", y una Pe que luce melena durante un minuto escaso), y tacones, siempre tacones, hasta en el desierto más abrasador.
Quizá se haga un poco lenta, ya que su argumento bien podría resumirse en una hora de metraje, pero los continuos chistes y gags cómicos mantienen al espectador entretenido durante todo el tiempo, llegando a arrancar el aplauso del espectador en más de una ocasión.
Sexo en Nueva York 2 quizá no sea la película del año, y claramente está dirigida a un público femenino, pero no se olvida de sacar a los hombres la sonrisa. Una cinta entretenida, para pasar el rato, y echarse unas risas en compañía de buenas amigas.
Fin de un ciclo hoy ha llegado, tres años a vuestro lado.
Hace tres años llegamos como ovejas al redil del periodismo, sin saber de qué iba esto, aunque muchos seguimos sin saberlo a día de hoy. Algunos ya conocen las excelencias de ser becario, otros aún creen en la magia del periodismo, y la mayoría seguimos abogando por un cambio en el plan de estudios. Pero algo más fuerte que todo eso nos une.
Somos amigos.
Aunque fuese por unos días, por unos meses, o por todos los años que nos quedan juntos. Os recuerdo a todos y cada uno de vosotros, por mil anécdotas y motivos. Aquellas noches de fiesta con el Singstar en primero o por los botellones que empalmabamos con las clases. Unos yo nunca traicioneros que perdieron la gracia cuando ya nos conocíamos. Los cumpleaños y sus gymkanas. Aquellos examenes tan comunes en el que todos compartíamos nuestros conocimientos. Las valoraciones, a veces sin piedad, en las exposiciones orales. El sistraísmo. Nuestro querido Wallper. La radio y todas esas mágicas horas en antena, hablando de música y del cine. Siempre elogiando todo lo comercial para llevar la contraria a mis compañeros. El ir a Septiembre y sonreír cuando, a pesar de que tenías un examen, te reencontrabas con mucha gente querida. Las fiestas de Valladolid saliendo con una pierna de un maniquí. Nuestras charlas contumaces en clase, o si era dificil, hablar por notitas, en libretas "secretas". El Tuenti y todo el fisgoneo que nos ha acarreado. Los lunes de novedades en la cafetería. La cafetería se merecería una entrada para ella sola, esas mesas azules y sus tazas de colores han sido fieles testigos de muchos momentos felices o de partidas de cartas.
¿Qué podemos decir de los profesores? Quizá no nos hayan enseñado mucho, pero ya sea a buenas o malas, les recordamos. Aquellos que nos incitaban a ir la cafetería, las que leían sus apuntes de carrerilla sin esforzarse, los que enfatizaban en los ideales de Robert Schuman, las que nos pidieron exponer oralmente sin darnos apenas consejos ... ¿y qué me decis de aquella mujer que tras sus gafas escondía unos pequeños ojos entornados, y qué para innovar, introdujo los examenes orales? Sin olvidarnos del zumbido del moscardón, de las lecciones de Photoshop, de la historia con un punto de vista muy particular, de los binarios (de los que nunca más se supo), de aquella profesora que apenas tenía tiempo para comer antes de venir a clase, de aquel incansable trabajador de la Junta, del geógrafo contumaz, de aquella que sospechabamos que era manca por tener su mano oculta siempre en el bolsillo trasero de su pantalón ... Sin olvidar a la reportera de cultura más gafe de la historia, aquel libro verde de lingúistica que tenía tantos dibujos, las clases abstractas donde hacíamos carteles para la Seminci o aquellas clases donde el profesor defendía a aquellos escritores bohemios que se ponían hasta atrás para buscar la inspiración. Seguro que me dejo a alguien (si, ya sé, a aquella que vino de los mundos legislativos con un lenguaje que no entendíamos), pero la gran mayoría están presentes en mi recuerdo.
El balance de tercero podría catalogarse de positivo. Nos fuimos por fin de viaje, a Túnez! Un viaje que muchos recordaremos por mucho tiempo ... exactamente, hasta quinto, donde esperamos irnos otra vez para seguir recorriendo mundo. También nos hicimos las ansiadas camisetas, en un gesto de unirnos todos de una vez tras tanta discusión. Ha sido un curso de unión, de hablar todos, aunque no nos entendieramos. Un año de optativas, de asignaturas de libre, de huecos en los horarios o por contrario horarios sin un solo hueco.
Hoy me encuentro en el cruce del camino, intentando estudiar cuando aún no sé dónde estaré el curso que viene, por ello disfruto de estos días de calor a vuestro lado.
A los que estais aquí desde primero, a los que habeis llegado hace nada a mi vida y a todos los que aún faltan por llegar os digo .... GRACIAS
Poner el despertador un sábado sólo por el placer que da apagarlo para poder seguir durmiendo. Que la canción que suene para despertarte precisamente diga "Relax, take your time". Levantarse, ir al escusado, y volver al cine de las sábanas blancas. Perderse en cada pliegue del colchón, acurrucarse con el edredón, y soñar. Soñar con mil cosas y mil personajes, tener mil aventuras sin necesidad de levantarse ni destaparse. Creer que lo que sueñas está pasando de verdad, y sonreír.
Aunque luego te levantes y compruebes que sólo ha sido un sueño, pero sonríes pensando que los sueños también se cumplen.
Por esto y mil cosas más, dormir es uno de los mayores placeres de la vida.
Sus piernas se balanceaban al son de la música, sentada sobre aquella repisa de piedra en la que mataba el tiempo. Acuchillaba cada segundo de espera con deliciosas melodías que se propagaban por sus auriculares, llegando hasta el fondo de su alma y donde creaba mundos de fantasía en su imaginación. Hoy le tocaba el turno a Camilo Sesto, un cantante que ya no podía más, un hombre cansado de girar como una noria. Ella mientras se regocijaba con aquella letra profunda y sentida, le gustaba recordar viejos clásicos de la canción española poco propios de su edad.
Sus manos hacían puñetas, eso le relajaba. Se quedaba abstraída observando aquel movimiento hipnótico de sus pulgares. De repente alzó la vista. En frente suyo otro chico solitario escuchaba música. Sus manos simulaban coger unas baquetas mientras tocaba una batería imaginaria. Aquello le hizo reír. Él se dió cuenta y la miró, pero para aquellos entonces ella había desviado la mirada a un perro que orinaba en una farola.
Guardó el tiempo de seguridad para volver a clavar su vista en aquel chico. Empezando por sus viejas zapatillas raídas, siguiendo por unos vaqueros desgastados y acabando en una camiseta que volvió a sacar la sonrisa de la chica gracias a la frase erótico festiva que en ella se podía leer. El chico volvió a percatarse de la mirada incisiva de la chica, pero esta vez ella le sostuvo el duelo de ojos. Pero algo extraño ocurrió.
Una conexión espiritual se había establecido entre ellos. Ahora ella podía navegar por la mente de aquel chico, bucear entre sus recuerdos, ocultar sus temores y apaciguar sus deseos. Comprobó leyendo el diario de a bordo de aquel músico frustrado como aquel desconocido también había sonreído al verla hacer puñetas o al comprobar como las zapatillas que llevaba las había pintado ella misma con poca maña artística. Quiso tomar el intercambiador entre su mente y su corazón, dónde comprobó que el corazón del chico latía cada vez más. Ella no podía evitar hacer lo mismo, hasta tal punto que sus latidos la desbocaron y la devolvieron a su verdadero cuerpo.
Su mirada siguió allí, eterna, impertérrita e imperturbable. Una mirada acompañada de guiños de ojos, sonrisas y miradas de reojo hacia lo que había alrededor.
Todo era maravilloso, idílico, estupendo ...
... pero no podía tolerarlo. No podía tolerar que aquel perro estuviese orinando de nuevo, esta vez sobre sus zapatillas, mientras el chico misterioso cogía la correa del animal y le reprendía sin poder dejar de reír. Ella se levantó, sacudió sus pies en un intento de limpiarse, abofeteó a aquel desconocido y se alejó de allí a paso ligero.
Fue la historia de amor mas breve y dolorosa que nunca antes sufrió.
El hecho de que en estos momentos me encuentre escribiendo estas líneas es directamente proporcional a que mi coche me haya dejado tirada e inversamente proporcional a que no esté en clase en estos momentos, lo que a su vez se deriva de la primera tesis enunciada, ya que que el coche arranque es directamente proporcional a mi asistencia a la facultad.
Si es que ... lo que no expliquen las matemáticas ...
Me iré yendo, despacito, y no podré evitar que una lágrima resbale por mi cara cuando no te percates de mi ausencia. Pero en tiempos de crisis, tus deudas ya superan con creces mis facturas, y prefiero dar por perdida una cuenta, que sumirme en la peor de las bancarrotas. Porque una bancarrota es que después de todo el camino andado, abandones al bastón que te ha ayudado.
Sonrío, me río y pienso. No soy la única en el mundo que hace fotos a sus pies. Ni la única que compra revistas que luego deja a medio leer. Y sé que coleccionar euros extranjeros es algo común aunque no en mi círculo. Porque prefiero hacer el tonto en las fotos después de asumir que es la única pose que le sienta bien a mi cara. Porque me gusta bailar a mi manera, aunque para algunos sea rocambolesca. Y sí, lo sé, lo reconozco, yo también miro el móvil para saber qué hora es y nunca retengo el dato a la primera. Sonrío cuando pienso que llevo toda mi vida diciendo que no voy a dejar lo de estudiar para el último día. Y acabo riendo cuando recuerdo la de veces que he quebrado esa promesa. A mi también me gusta el olor de la pintura. Nunca me he molestado en oler las nubes porque no me fio de los anuncios que te hacen creer que para ser mujer hay que sangrar una vez al mes. Me divierto. Sumo matrículas de los coches. Reconozco a la gente por la calle por su nombre y apellido por culpa de determinada red social. En ocasiones me bajo películas, pero aún soy una nostálgica de las salas. Me llena de alegría ir al cine. A veces lloro con las películas ñoñas, aunque por fin he asumido que son ficción, por mucho que de pequeña me comieran la cabeza. Me gustan los bolis de colores. Salto. Muerdo las tapas de los bolis. Y sus culos. Y en ocasiones olvido que estoy mordiendo bolis ajenos. Me encanta mi letra, aunque no sé coger bien el boli. Boli que por cierto, preferiblemente ha de ser negro y Bic. Vuelvo a sonreír recordando todas aquellas cosas especiales que tengo a mi alrededor, aquellas pequeñas manías y esos gustos indómitos. Todo ese cúmulo de cosas que le hace sentirse a una diferente, pero sabiendo que más gente diferente piensa lo mismo que tú en esos momentos.
Con desierto o sin desierto creo estar en lo cierto cuando digo que es honesto vivir la vida en directo sin tener el desconcierto que produce ver las lanas de una oveja degollada colgar de cualquier balaustrada. Esto es Túnez, musulmania, aunque aquí no sea infamia ir sin velo y sin vergïenza pues cuando existe pobreza más culto tiene el dinero. Para ellos sólo somos comedores de porcino poco amantes del pepino y que pierden la razón con una copa de vino. Entre camellos y dunas nos va entrando la tontuna y el síndrome del turista de cámara sin carrete que admira un minarete sin pensar que diecisiete son los hombres que se rifan deleitarse con la vista que a sus ojos se les ofrece.
Yo nunca permanezco cien por cien callada en clase.
Sé que las dudas hay que preguntarlas, y que frases como "¿qué hora es?", "¿tienes un chicle?" o "haz el favor de matarme antes que seguir aguantando a este tío" son de vital importancia para seguir vivo.
Pero hay varias cosas que no soporto.
No soporto a esa gente que habla cuando le da la gana, y que cuando el profesor explica algo importante, manda callar a todo el mundo como si esa persona fuese la máxima autoridad de la clase y el resto súbditos que nos tuviesemos que doblegar a su voluntad.
Misteriosamente, esa gente suele ser la misma que se cree que sabe hablar en voz baja. Y digo se cree. Porque cada vez que habla, tienes su tono de voz en la cabeza, con ese susurro profundo que tienen, que no es mas que un run run continuo. O como esas "s" sibilantes que te hacen sentir como Harry Potter cuando escucha el pársel.
Aunque el remate llega cuando les mandas callar. Durante 30 segundos crees que tus palabras han surtido efecto, el silencio vuelve a reinar. Pero pasado ese medio minuto, vuelven a la carga. Es en ese momento cuando lamentas no estar al borde de un puente con una piedra atada a tu pie.
Si eres una de estas personas, acuerdate de las personas como yo que pierden los nervios en clase con gente como tú.
Me despido con una gran frase que sirve muy bien para ilustrar este texto y que nos dijo el otro día el profesor de Geografía:
Cuando no se puede mejorar el silencio, vale más permanecer callado.
Traicionera inspiración vienes en malos momentos en los días de bajón en mi mente te haces hueco y evitas mi desazón mientras escupo palabras voy secando el corazón que se ha anegado esta noche con lágrimas de sifón con dudas del porvenir con retazos de un colchón con una cama vacía ya sin hombros de papel que las lágrimas mojaban y entumecían la piel pues no había que perder mas con todo ya perdido solo me queda el papel con un boli ya raido sin timón ni timonel me haré un barco de recuerdos de recuerdos de papel que naufragará en los mares en los mares del ayer.
Cuando ya no sabes si tú eres la fábrica o si eres el inhalador pasivo de ese humo tóxico, tienes un problema. Procuras tener cuidado al respirar, llevar la mascarilla siempre que puedes, intentando que ningún gas te afecte. Y cuando crees que todo está en calma y la atmósfera revuela a tu alrededor más pura que nunca, te quitas la mascarilla. Y entonces te conviertes en la fábrica que expulsa todo lo malo que en su interior encierra. Llegados aquí, solo queda una opción ... cambiar de aires. Trasladarse a un aire más puro, tan puro que no pueda afectarte, y al cual tu polución sólo suponga una nube negra en un día de tormenta.
Luego decimos que no había quien entendiese a Malevich, autor de obras como "Cuadro blanco sobre blanco" o "Cuadrados negro y rojo". El icono que ahora relacionamos con un corazón no es algo más que un concepto que tenemos en nuestra cabeza, ya que no representa a la realidad ni se le parece mínimamente. Será obra de algún vanguardista ruso? Sea quien fuera, es para colgarle.
El apagón oficial no será 100% efectivo hasta Abril de 2010, pero en comunidades como la nuestra, Castilla y León para el que ahora mismo no se sitúe, esto ya es un hecho.
Ayer di con mi padre un zappeo nostálgico a la televisión analógica, viendo esos cartelitos que instan a la gente a ver la televisión digital terrestre. Pero como si de una bomba atómica se tratase, aún quedaba algún canal rezagado. Varios de esos en los cuales te echan las cartas y, gracias a Dios, allí seguía Telemadrid. Tanta TDT y después de estar viendo Telemadrid muchos años, ahora me la quitan, eso sí, a cambio me dan un montón de canales más en los que nunca echan nada salvo series de hace 20 años.
A ver ahora los día de tormenta. No sé en vuestras casas, pero en la mía sólo se ve TVE y derivadas. El resto son canales llenos de cuadros las imágenes y con el sonido cortado. Antes por lo menos la veías con mucho grano y rayas, pero se veía y se oía.
Lo de la TDT es un buen invento, pero nos lo han querido imponer muy rápido, cuando no nos ofrecen todo el potencial que nos anunciaron para vendernos la moto.
Así que, señoras, señores, retrocedamos 20 años, cuando sólo había dos canales, porque así nos quedaremos los días de tormenta.
Somos la generación de los trabajos a ordenador. Llevamos media vida preguntándonos si el interlineado doble se notará mucho para ocupar más espacio, qué tipografía es más grande a 12 puntos que la Times New Roman, nos hemos maravillado al menos una vez en la vida con la Comic Sans y hemos metido fotos a sangre para llegar al mínimo de folios exigidos.
Como a la Bauhaus, nos encanta escribir a palo seco, rozando lo grotesco, aunque siempre hemos preferido las letras de fantasía para las portadas de los trabajos.
Nunca sabíamos que sangría sería la correcta, hasta que algunos conocieron la de Don Simón. Quizá no sepamos cómo se llaman ciertos elementos, pero siempre hemos querido meter gráficos, filetes, orlas y demás elementos decorativos.
Quizá nunca antes nos hubiesemos parado a pensar en el diseño modular de un diario, pero lo que si sabíamos es que el horóscopo ocupaba una columna y que el sudoku es un cuadrado perfecto.
Por no hablar de las fotos. Hasta ahora no sabíamos si estaban bien o no colocadas, pero siempre hemos sabido quitarles su objetvidad informativa pintandoles bigotes y gafas a los rostros de las instantáneas.
Ahora nos quejamos por tener que estudiar algo que nos rodea a cada instante, solo que dicho con términos más académicos.
Pero yo propongo otro método: dejar de lado nombres y fechas, procurar entender todo aquello que se ve (y también lo que no se ve) de la hoja de un periódico, razonar, ser lógicos, tirar por la calle de lo estéticamente bello y no optar por la memorización al pie de la letra.
Quizá no sea la clave para aprobar, pero si es la clave para no volverse tarumba y disfrutar.
Estaba yo esta tarde estudiando, medianamente feliz dentro de ese panorama opresor que es un sala de estudio; cuando me decidi a pedir unos apuntes que me faltaban para el examen que tengo mañana. Tan sólo me faltaban apuntes de 3 días.
Me dirijo a unos chicos de clase que conozco de vista, ya que es una asignatura de 5º y apenas conozco a nadie; y cuando les estoy explicando qué días me faltan y demás, me salta una de las chicas ....
¿No es un poco tarde?
¿Tarde para qué? ¿Para pedirtelo o para estudiarmelo? Porque yo no considero que sea tarde pedirte algo a 23 horas del examen, porque eso son muuuuchas horas. Porque sólo son 3 días, no la asignatura entera. Porque me veo con la capacidad de aprobarla. Porque no necesito que nadie me diga que lo llevo mal, que esa frase sólo se la puede decir una misma.
Vale, puede que no la lleve muy bien, pero yo no voy deprimiendo a la gente alegremente. Mañana tengo un objetivo, y es aprobar. No sólo eso, pienso demostrar que pedir apuntes un día antes no es pedirlos TARDE.
¡Mucha suerte a todos los que esteis de exámenes! Recordad que nunca es tarde ;)
2) Vierta en ella a los personajes de X-Men Pícara y Mística
3) Complete la mezcla con un cuarto de litro de familia identity a la de Los Increíbles
4) Añada unas gotas de barrio Wisteria Lane
5) Remueva con amor fraternal al más puro estilo Los Serrano
6) Vierta el contenido en un halo de misterio a lo El Internado 7) Y de guinda para su cóctel, no olvide a poner a un par de adolescentes que parecen sacados de Física o Química
A continuación le mostramos una foto con la sugerencia de presentación de la bebida espirituosa que acaba de realizar ...
Nine, el nuevo musical de Rob Marshall, adolece en cada fotograma. Al igual que a su protagonista Guido, un cineasta que no encuentra guión, su argumento peca de lo mismo. Un elenco cinco estrellas al cual no se le saca todo el jugo que podía dar, y destacando de todos ellos a Marion Cotillard, quien encarna muy bien su papel de esposa frustrada. Marshall quiere hacer un musical, pero esta vez no puede llegar a lo que hizo con Chicago. Nos encontramos ante una cinta de trama pobre, donde los números musicales apenas encajan y tienen más estética de videoclip que de musical. Si no fuese por las letras de las canciones, estas actuaciones quedarían totalmente fuera de lugar, son una burda excusa para presentar en cada una de ellas a una actriz de ese star system. Y en algunos de los casos, el espectador preferiría no oír voces como la de Penélope Cruz, cuya actuación de amante tampoco acaba de convencer. Es por eso que encandila tanto la canción de "Be italian", ya que Fergie, vocalista de los Black Eyed Peas, pone toda su energía en su voz. Sofia Loren muestra todo su bótox y piel estirada, prueba de ello es que su gesto apenas varía. Nicole Kidman apenas tiene protagonismo y se entiende por qué Robert Downey Junio ha arrebatado el Globo de Oro al mejor actor de comedia/musical a Daniel Day Lewis. Nine es, en defenitiva, una noche en el cabaret, en el Folies Bergere por ejemplo, con la excusa de un guión pobre y con la llamada de atención de esas maravillosas actrices que protagonizan una película que parece dirigida por el mismísimo Guido.
Ando esperando la resolución del Erasmus, el qué digan a qué sitio te dan y demás. Pero mientras me lo dan, yo tengo mis dudas existenciales ...
... ¿venderán donde me vaya chicles de Clix? ¿Habrá más wifi por las calles? ¿Las tarifas de móvil serán más ventajosas que las españolas? ¿Me cobrarán comisiones al abrir una cuenta bancaria? ¿Aprenderé a hacer tortillas de patata? ¿Tendré que cambiar de país mi cuenta de iTunes? ¿Me pasaré más al Facebook que al Tuenti? ¿Iré al cine a ver pelis para no entenderlas para que no me suba el mono cinematográfico? ¿La comida del chino sabrá igual que en España?
Ya sabeis ... esas cosas que tanto le preocupan a uno a la hora de irse de su país 9 meses.