martes, 11 de noviembre de 2008

Añoranzas recordadas

En unos días en los que no sé si vengo o voy, en los que no sé bien quien soy, echo la vista atrás.

Veo un montón de gente conocida. Gente con la que ahora he perdido el trato, estropee mi amistad, la fastidié, me lo pasé bien, reí, viajé o lloré. O todo a la vez.

Miles de cosas se agolpan ahora en mis recuerdos.

No guardo muchos años de memorias, pero los que tengo, ahí están. No sé lo que durarán ahí, no sé cuando el viento soplará y se los llevará todos de golpe, pero de momento han dejado huella.

Puede que sólo escriba para que las dunas de emociones no se borren con el viento cálido del olvido.

Puede que sólo añore viejos tiempos con antiguos compañeros de colegio.

Puede que añore viajes de fin de curso hacia lugares nunca antes vistos.

Puede que añore confesiones con los amigos de temas que ahora me parecen adolescentes.

Añoro amores.

Añoro amistades.

Añoro recuerdos.

Una parte de mí quiere volver atrás, dónde todo parecía más fácil, dónde yo era más formal ...

Pero la vida es un continuo devenir de cambios. Quizá la universidad me haya hecho distinta, puede que más dura, o más blanda, o más dúctil.

No es que ahora haya madurado, presiento que aún me queda una parte del camino para llegar a ese término. Pero algo más madura si que soy. Aún no puedo caerme del árbol, pero mi fruto se va tornando del color de la sociedad.

Tengo miedo que la edad adulta nos vuelva a todos iguales.

Por eso intentaré conservar mis recuerdos. Guardar celosamente la esencia de cada persona. Y no tratar de olvidarla. Eso nunca. El pasado hay que afrontarlo y superarlo. Saber mirar una foto sin que te haga daño, sin tener que quemarla, sin tener que odiarla. Fotos que no enmarcarás en tu casa, pero no por borrarlas desaparecerán las ocasiones que las propiciaron.

Así me encuentro hoy. Con la vista en el pasado, el corazón en el presente y mis pies caminando hacia un futuro. ¿Mejor? ¿Peor? No quiero saberlo.

Hoy no.

3 comentarios:

Luis Cano Ruiz dijo...

A eso lo llamo yo fantasmas. Son los que vienen en los malos momentos para acompañarte, para recordarte que si estas jodido, tienes razones para estarlo.

Por otro lado, son los que nos enseñan el camino equivocado hacia el futuro.

El pasado es pasado, recordarlo si, añorarlo no.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Pues yo espero haber formado parte de ese pasado (y no ser fantasma eh ladron?:p), espero tambien estar formando parte de tu presente y seguir formando parte de tu futuro...no sé si será asi, pero ten por seguro que no intentaré otra cosa más que esa;)

Levanta ese animo loquita:)

Salud y III^^

May dijo...

bonita reflexión.
Besos Leti!